“Fronteras Naturales”, del artista español Mateo Maté.

En galería Aninat

Fecha

5 de junio de 2018

“Fronteras Naturales” del artista madrileño Mateo Maté nos plantea en el dilema de las fronteras físicas y los límites territoriales en donde la geografía pasa al servicio de fines políticos al instaurarse como una barrera natural, y una excusa para ejercer soberanía sobre una determinada territorialidad.
Zona restringida es un proyecto que reflexiona sobre cómo la vigilancia y el control, auspiciados por el argumento de la seguridad, han invadido el devenir cotidiano, impregnando una gran cantidad de ámbitos con alusiones a la guerra, a la necesidad de la conquista o a la militarización. En palabras del propio autor, “con la militarización total de todas nuestras fronteras, implantada con el pretexto de seguridad, todos nos preparamos para una movilización general.

No sabemos ni cuándo ni dónde surgirá el conflicto, pero tenemos que estar preparados”. Por su parte Paisajes uniformados intenta probar la tesis de como el camuflaje militar no existiría sin el descubrimiento y desarrollo de un lenguaje y una iconografía plástica particulares del pre impresionismo e impresionismo. Estos análisis despojaron a todos los elementos naturales del paisaje de su forma básica y los reinterpretaron como la impresión de manchas y colores tal y como la retina humana los percibe en un golpe de vista. A partir de la misma fecha de ese descubrimiento, y demostrándonos que no hay invento humano inocuo y con posibilidades de ser utilizado perversamente, los uniformes de los ejércitos de todo el planeta cambiaron radicalmente de planteamiento; pasaron de ser un elemento representativo y de poder a ser armas ofensivas, aunque pasivas. Desde ese mismo momento, mediante una iconografía básica pero muy sofisticadamente estudiada, los uniformes pasaron a imitar el entorno natural donde los diferentes cuerpos de los ejércitos iban a ser desplegados.
“Fronteras Naturales” pretende aproximar al espectador a las obras recientes de Mateo Maté, quién lleva trabajando con las cartografías, las fronteras, la vigilancia y la militarización de nuestra cotidianeidad desde hace ya un largo tiempo.

 


Mateo Maté (Madrid, 1964) utiliza objetos cotidianos, incluso a menudo ligados a su propia rutina doméstica, para explorar cómo en la modernidad tardía los espacios que habitamos están atravesados por tensiones y violencias en las que lo íntimo y lo social, lo político y lo existencial, lo individual y lo colectivo se entremezclan y confunden. Interesado por el potencial simbólico de la metáfora cartográfica, Maté crea espacios escultóricos y performativos que a la vez que nos resultan familiares, nos generan un profundo desconcierto, como si estuvieran plagados de peligros latentes, de enigmas perturbadores. En sus trabajos, el artista madrileño plantea que en un contexto como el actual, en el que nuestros entornos más inmediatos se han convertido en
geografías indescifrables y llenas de amenazas e incertidumbres, tenemos que repensar y reinventar la noción de habitar, ser capaces de desbordar nuestra mirada y devolverle la concreción a los espacios y objetos que nos rodean.