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Ojo con el videoclip nacional, por Joaquin Jimenez, área de comunicaciones

Fecha

Del 4 al 17 de junio de 2020.

Abres YouTube y ves la lista de recomendados. Hay videos de todo tipo: Uno que otro tutorial de algo que intentaste hacer en cuarentena, el reporte COVID diario, y esa sección con tus clásicos personales, que incluyen mix genéricos, tus bandas favoritas, y los temas que escuchas en bucle una y otra vez.

Puede que también encuentres contenido más específico según tus búsquedas en Google o lo que conversaste con alguien, porque ya sabes, nos escuchan; los videos de tus gurús personales, el contenido de uno que otro influencer, dos o más virales ridículos, clips de los programas de TV de moda, y, al final de la lista, uno que otro videoclip nacional.

En el 2020, dentro de los 10 videoclips más vistos por los chilenos, sólo uno pertenece a un artista nacional. “Fingías” de Paloma Mami, dirigido por Jimmy Fernández y Manu Miggone (Colectivo 2001), alcanza casi 82 millones de vistas. Una cifra feliz, que dista mucho de las visualizaciones promedio de las bandas nacionales. No estoy hablando de la escena underground, que se esfuerza por alcanzar las mil reproducciones. Los Prisioneros, con “El baile de los que sobran”, alojado en el Canal de Emi Music Chile, estallido social de por medio, apenas alcanza más de 1 millón de views, y 6 millones en su versión más vista dentro de Youtube.

«Fingías» de Paloma Mami es uno de los videoclips más vistos en Chile, tanto por la popularidad de la artista como por
la ventaja con la que corren los géneros urbanos en términos de difusión mediática en la actualidad.

El videoclip chileno tiene un sinnúmero de talentosísimos y maduros creadores y creadoras, con contenido deslumbrante, tanto musical como audiovisualmente hablando. Entonces ¿por qué los vemos tan poco en comparación con otros videos musicales?

Sin duda, las estrategias de marketing de la alicaída industria discográfica tienen que ver con ello. También influyen los algoritmos de las redes sociales, y la apabullante hegemonía de pocos y no muy diversos géneros musicales dentro de los gustos masivos de la población.

Es por lo mismo que los invito a salir de la zona de confort y comenzar a cliquear más los videos nacionales fuera de los hits de moda, porque el videoclip, además de su inalienable naturaleza promocional, es un soporte artístico que habla vivamente de una identidad y territorio, desde una perspectiva multidisciplinar.

Tren al sur de los Prisioneros es un video que da cuenta de una época, con ahora nostálgicas imágenes,
que con un rápido análisis nos permite tomar perspectiva sobre los cambios de nuestra sociedad

La filmografía de una banda también es parte de su imaginario. Las complementan, no sólo desde su propia autoría, sino que con capas de lectura que provienen del policromático prisma de directores y directoras que dan vida a estas piezas, a veces como hombres y mujeres orquesta, o con hermosos equipos que se comprometen a fuego con cada trabajo.

Además de nuevas dimensiones poéticas que se apilan con las propuestas musicales, los videoclips materializan temporalidades y realidades. Cada escena, cada corte, carta plano entrega antecedentes estilísticos de la época en que se desarrollan, ya sea por sus contenidos, técnicas filmográficas e incluso la tecnología disponible al momento del rodaje. Los videoclips son pistas para entender mejor a las bandas, pero también son un género independiente que habla de nosotros mismos, y cómo respira cada generación, innovando o haciendo referencias al pasado

El Aire de Hijo de Ladrón y Benjamín Walker es un video que simula las cámaras handycam y el aspect ratio de los televisores de los 90
para hablar de una época donde los integrantes de la banda sólo tenían que preocuparse de jugar

El videoclip experimentó su boom en los 80 gracias a señales como MTV, mítico canal de VicomCBS, pero es hoy cuando, en medio de un mundo digitalizado, a alcanzado madurez al volverse más variopinto, independiente y democrático. Conserva su alta capacidad referencial, pero también ha encontrado en sí mismo un lenguaje que lo ha separado cada vez más del cine y la televisión, para validarse como un gravitante género de la producción audiovisual mundial.

Para iniciar su viaje, les dejo un playlist donde no encontrarán las joyas del pasado, sino el trabajo de jóvenes directores y directoras, que, de la mano de sus bandas amigas, están apostando por seguir desarrollando la escena nacional. El mix es ecléctico y va desde artistas como Gian Luca a bandas como María Bonobo, porque la intención es ayudar a confundir a nuestro youtube, para ver eso que nos estamos perdiendo por la personalización de contenidos

Por otro lado, si están interesados en tener una perspectiva de la historia del videoclip nacional, recomiendo el portal “PAM Chile”, plataforma de difusión y resguardo del video musical chileno. Con hermosa vocación, su equipo realiza interesantes reflexiones sobre este arte, además de compilar verdaderos tesoros del género. Su web pueden visitarla aquí:

¡Ahora sólo resta ponerle play al videoclip chileno!