Entrevista a Sol Díaz

¡Ya tenemos la nueva ilustración del año 2022! Como ya es tradición en el CCESantiago estrenamos año con una nueva ilustración, en la que hemos tratado de plasmar las líneas que vamos a  trabajar durante este 2022.

Para dar forma ha este centro abierto, dinámico, mutable y lleno de energía que estamos proyectando nos hemos dejado deslumbrar por las propuestas de la ilustradora Sol Diaz, y… ¡ qué difícil nos ha resultado quedarnos con una sola!

Sol Díaz es diseñadora gráfica de la Universidad de Chile y diplomada de Arte con mención Pintura en la Universidad Católica; dedicada a la ilustración y al dibujo de manera independiente.
Es autora de cuentos infantiles como “Pancha la chancha” y de libros de humor gráfico como “Bicharracas” , “¿Cómo ser una mujer elegante?”, “La Zorra y el Sapo” y “Josefina y Manuel” entre otros, y también de las novelas gráficas “La Hoja Naranja” y “Nacer Bajo Tierra”. En todos sus personajes explora temáticas como la identidad, la libertad, y el cuestionamiento a lo establecido.
Además es creadora de la serie de animación infantil “Telonio y sus demonios”, dibujante en vivo junto a la banda de jazz “La Orquesta del Viento”, coanimadora del podcast de cómic femenino “La Polola” y parte del grupo de creadoras de “Revista Brígida”, revista de cómic hecho por mujeres.

Por nuestra parte estamos muy felices de haber compartido este proceso con ella, la hemos vuelto loca si, ya que cada una de las personas que conformamos el equipo tenemos una idea muy concreta de lo que es para nosotras el CCESantiago, y llegar a aglutinar todas ellas es realmente un desafío que Sol ha logrado superar con nota. A lo largo de este camino además, nos han surgido muchas dudas sobre su proceso creativo, por ello le hemos planteado esta entrevista, para tratar de entender un poco más su propio devenir. 

¿Cómo empezaste a dibujar? ¿Por qué decidiste usar la ilustración como medio expresivo? ¿Solías dibujar de pequeña?

Si, desde chica recuerdo que el dibujo era como un lugar seguro, una especie de club o guarida personal donde podía hacer lo que quisiera, inventar cosas, reírme e incluso compartirlo con amigos. Siempre me gustó; era como un lenguaje y una forma de conexión conmigo y con los demás.

¿Lápiz, tinta o digital? ¿Por qué?

Siempre lápiz, ¡jajaja! Siempre lo más sencillo, la verdad. Lo que más me gusta de dibujar es precisamente el primer impulso, esa necesidad que no se piensa, que es un gesto. Me gusta mucho el error, lo que no se calcula. De alguna forma, eso es lo que le da humanidad.

¿El estilo es algo que se elige, o se llega a él? Cuéntanos tu experiencia

Para mi el estilo es como encontrar tu voz, tu mirada, encontrar tu tema, entender tu obsesión y desarrollarla. Creo que cambia, naturalmente, como cambiamos todas; es parte de lo que nos interesa y lo que vamos buscando, pero creo que, si miramos de lejos, siempre hay un tema o un lugar desde donde miramos, que se mantiene o que logra englobar todo lo demás. Es como nuestra identidad y cómo la experimentamos en formas, dibujos, personajes. Tiene que ver con reconocerse, quizás…

 

¿Cómo afrontas el papel en blanco? ¿Cuáles son las estrategias creativas que adoptas cuando trabajas? ¿Cómo es tu proceso de creación?

Mi proceso de creación es bastante amplio; varía también dependiendo de si viene de un impulso personal o si es un encargo específico, pero en general pasa mucho por darle vueltas a un tema, encargo o un interés; no es en un sentido analítico, sino que es, más bien, como abrir un espacio mental para estar atenta a señales que pueden ir desde un libro que me encuentro, una película, una canción, una conversación, que de alguna forma conecta con lo que estoy pensando en desarrollar; y voy realizando conexiones que a veces experimento rápidamente en el papel, pero que en otras pasan un tiempo solo en mi cabeza hasta que encuentro algo y logro bajarlo al papel.
Creo que los procesos creativos surgen mucho del azar, de la búsqueda inconsciente y del experimentar el dibujo sin calcular, dejando que aparezcan cosas.

¿Qué es lo que más disfrutas de dibujar e ilustrar?

Disfruto mucho de la soledad, del espacio íntimo y personal. Disfruto meterme en un mundo, sin tiempo, donde todo vale. Sobre todo, disfruto poder darle espacio a mis preguntas personales, poder vincular quién soy con lo que hago, y, en ese camino, conectarme con los demás.

A la hora de realizar nuestra ilustración hemos andado a vueltas con los colores. ¿Qué importancia tiene el color o los colores, en tu trabajo y en nuestra sociedad?

El color es importante porque tiene una carga o vibración que, desde muy chicas, nos han enseñado a asociar con espacios, estados de ánimo, estaciones del año, comidas, etc.
Yo no pienso mucho los colores, la verdad; soy bien “tincá”. Generalmente, incluso pinto con los que tengo más a mano. A veces me quedo pegada haciendo todo azul por un tiempo; luego cambio y así voy, muy “por impulsos”.

¿De qué manera comunica una imagen? ¿Qué pones y dejas fuera cuando dibujas?

¡Uf! Es lo más difícil, creo yo: saber dónde parar, dónde agregar algo, dónde equilibrar…. Es como estar en una balanza todo el tiempo. ¿Cuándo es mucho?, ¿qué dejar al espectador o a quien mira?, ¿cómo sugerir, pero no decir que se tiene que entender? En eso me gusta mucho la imagen y sus múltiples interpretaciones, donde nada es tal cual se muestra, donde el que lee/ve es quien completa e interpreta desde sí mismo y libremente.
También lo relaciono con el hecho de conversar con alguien; hay algunos a quienes les gusta hablar mucho y rellenar todos los espacios; hay otras veces en las que prefieres ser más austero, dejar las cosas a la libre interpretación y, en cambio, otras en las que apelas al humor, a la ironía… Pienso que todo depende de qué es lo que quieras decir.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar en el mundo de la ilustración?

Pienso que ahora es fácil perderse y “encontrarse” haciendo cosas por razones equivocadas. Creo que es importante enfocarse en desarrollar un trabajo con compromiso consigo mismo/a, que es lo valioso: que esa búsqueda no pierda nunca el foco de por qué le gusta ilustrar.
Que sea curiosa, que busque y que se atreva a probar cosas, que todo siempre aporta y enriquece el lenguaje; que se mezcle con otras artes, que toque música, que baile, que escale, que lea.

Podemos definirnos como una sociedad bombardeada por imágenes constantemente. ¿Debería estar más reconocida la labor de los ilustradores por parte de esta? ¿Qué papel juega la ilustración en la cultura visual actual? ¿Qué papel crees que debería jugar en la educación?

Si, vivimos inmersos y rodeados de imágenes, lo que es a veces muy motivante y otras muy exasperante; pero están ahí, a nuestro alcance; las leemos e interpretamos todo el tiempo. Creo que por eso mismo deberíamos saber aprovecharlas más; considero que en la educación podrían aportar mucho más, desde un lugar más libre y expresivo. Muchas veces están presentes, pero muy coartadas en su lenguaje y en sus significados.
También sería positivo que se aprendiera a ejercitar el dibujo más allá de lo correcto, que se tomara como un lugar expresivo necesario y que muchas más personas lograran seguir conectadas con un lenguaje muy propio de la infancia, pero que se pierde a causa de reglas sin sentido. Sería lindo que todas y todos pudieran dibujar más sin necesariamente dedicarse a ello.

¿Qué puede convertir a una ilustración en diferente, memorable y que perdure en el tiempo?

¡Oh, no lo sé! Creo que es bastante personal. Para mí es satisfactorio ver una imagen honesta, que de alguna forma me muestre a una persona, una autora, una reflexión, una pregunta. Pienso que, cuando una imagen o alguna obra nos hable de nosotros mismos, en la que nos podamos reflejar y con la que nos podamos emocionar, ésta será atesorada dentro de nuestra historia personal.

¿Qué ilustraciones destacarías como icónicas o consideras que han marcado un antes o después?

Podría hablarles de las que han marcado mi propia forma de ver la ilustración y mi trabajo en general. Por ejemplo, fue muy importante descubrir la obra de la ilustradora chilena Elena Poirier, sus acuarelas y su aporte en revistas como El Peneca y Simbad. El trabajo de la ilustradora argentina Isol, también. Sus imágenes más desfachatadas, irónicas, muy inteligentes y sugerentes me abrieron la posibilidad de hablar de otros temas, de dar una opinión en lo que se hace. Y en la historieta, el trabajo de Powerpaola: sus dibujos tan honestos y simbólicos me inspiraron profundamente.

Este año, tu ilustración a va a ser la imagen del CCESantiago,
Después de haber recibido tanta información, ¿cómo has llegado a definir los puntos de partida?

Fue un lindo proceso. Conversamos con las chicas del centro acerca de las ideas que tenían y, dentro de la conversación, me gustó mucho la idea de un centro vivo, que se expandiera y se mezclase con la energía de la gente que lo habita. Un lugar que cambia, que se deja intervenir, que fluye con la energía de las personas. Desde ahí fui jugando, integrando elementos y viendo cómo estos interactuaban entre sí.

¿Cómo crees que tendría que ser un espacio cultural?

Un lugar que está enfocado en la gente tiene que dejar que la gente entre en él, en todos los sentidos, dando espacios, escuchando a la comunidad e integrándola a sus actividades. Siento que, en muchos casos, los centros culturales son espacios donde la gente va solo a ser “consumidora” de lo que se ofrece, espectadores pasivos.
Un espacio cultural debe ser reflejo de su comunidad, de sus intereses, expresiones y potencialidades.

 

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