Por un 2022 lleno de transformaciones amables

Editorial 2022

Fecha

Del 1 de abril al 31 de diciembre de 2022.

Por un 2022 lleno de transformaciones amables

 

Para Tamara Díaz, quien puso título a este editorial y nos enseñó cómo hacerlo realidad

 

En una ocasión, la artista y curadora noruega Eva Rowson trabajó con un equipo curatorial internacional en un proyecto sobre reimaginar y revolucionar las estructuras organizativas que gobiernan nuestras vidas. En ese momento, su función era administrativa y realizaba las actas de la reunión cuando notó que el equipo tenía hambre y que no tenían servicio de comida. Así que consiguió cuatro cruasanes para los curadores —y para ella— para continuar con el trabajo. En un momento, sin embargo, Rowson fue al baño y al volver, para su sorpresa, los tres curadores se habían comido los cuatro cruasanes sin dejarle ninguno.

«¿Cómo puede alguien plantearse las infraestructuras del mundo y, al mismo tiempo, no darse cuenta de que se ha comido el cruasán de otra persona?», se preguntó la artista, tiempo después, en un texto que escribió al respecto llamado «Sobre cómo mantener la revolución siendo agradable»

Esta anécdota ejemplifica un gran problema. La lógica de la competitividad y de la productividad que se ha apoderado de los ritmos de trabajo de las mismas instituciones culturales que la critican, sumado a los múltiples factores sistémicos implícitos en el sector cultural y la rigidez de la que las instituciones adolecen, hace que mostremos, con cierta frecuencia, nuestro lado menos cortés dentro y fuera del lugar de trabajo.

Nuestro trabajo puede convertirnos en personas poco amables, incluso entre nosotros mismos. Trabajamos en horas en las que deberíamos descansar, animamos al público a leer libros que no leemos o contestamos mensajes en el teléfono y correos electrónicos en el computador mientras escuchamos hablar a un colega en una reunión por Zoom. Vivimos en la contradicción.

Al igual que Rowson con el experimento del cruasán, en el Centro Cultural de España en Santiago nos preguntamos cómo podemos ser agentes transformadores de la sociedad o reimaginar futuros posibles siendo afables también al interior de nuestro equipo. Por tal motivo, en este año 2022, queremos trabajar y reivindicar las transformaciones amables. Queremos preocuparnos y cuidarnos, seguir poniendo la vida en el centro y continuar tejiendo redes colectivas; transitar por nuestros espacios con otro tiempo donde sea posible disfrutar el camino.

En el CCESantiago este 2022 hemos recuperado uno de los espacios dedicados a la actividad cultural para destinarlo a una cocina colectiva, en el que todo el personal del centro, personal de aseo, de seguridad y gestores culturales podamos comer juntos. Además, queremos disminuir el número de actividades que programamos y apostar por proyectos culturales más sostenibles: el trabajo con los vecinos para el intercambio de semillas, una escuela ecofeminista para principiantes o convertir nuestra sala de exposiciones en un espacio de residencias que ponga el foco en los procesos de investigación y no tanto en la exhibición. Compartiremos de forma constante nuestro plan de trabajo, elaborado, a su vez, entre todo el equipo, y trataremos siempre de estar vigilantes y a disposición de nuestras vidas y nuestras familias para que la empatía sea nuestra identidad y nos marque el camino.

Los últimos dos años han sido muy difíciles para el equipo, con duelos colectivos y personales, pero nos emociona poder seguir en la construcción de ese mejor mundo posible, tal y como el poeta español Jorge Riechmann nos sugiere:

 

 

Vivir es pasar de una prisa a una urgencia
de un terror a un naufragio
de un golpe a otro
pero sólo vives si en medio de ese tránsito sabes construir un nido

 

 

Paula Palicio Noriega
Directora del CCESantiago

 

*Como cada año, en el CCESantiago invitamos a una artista chilena a que diseñe una ilustración sobre nuestra línea editorial. Este año, Sol Díaz ha sido la ilustradora invitada, con quien compartimos nuestras inquietudes y nuestros deseos y cuya obra ilustrará todo el año nuestra programación.