Durante los meses de abril y mayo el colectivo NATUF, integrado por personas chilenas de orígenes palestino y judío, se instalará en nuestra Sala MateSurLab para llevar a cabo la residencia de investigación testimonial y de archivo que será sustento de su segunda creación dramatúrgica y escénica.
La investigación estará centrada esta vez en la figura de Diana Arón, periodista chilena, judía, militante de izquierdas, que fue detenida y desapareció en 1974. A partir del rescate de su historia, NATUF indagará en su lucha colectiva, su coherencia entre pensamiento y acción, y su posibilidad de existir en mujeres de distintos orígenes y diversos territorios, cuyos diálogos posibles revelan la necesidad de coexistir bajo un horizonte común.
Esta residencia supone la continuidad del trabajo de investigación y creación dramatúrgica-escénica que realiza la Fundación y Colectivo NATUF, a través de distintos proyectos de memoria y DDHH, donde el encuentro de miradas antagónicas abre la posibilidad de construir una nueva narrativa sobre la idea de comunidad, bajo una mirada ética.
Al final de la residencia, NATUF realizará una sesión de apertura de proceso que, dependiendo de las medidas del momento, adquirirá forma virtual o presencial.
Punto de partida de la investigación
La investigación está centrada esta vez en la figura de Diana Arón, Diana Arón periodista chilena judía, militante de izquierdas, detenida y desaparecida a los 24 años, estando embarazada. Esta mujer decide ir a Israel a contribuir con el proyecto sionista de la época. Sin embargo, al ver cómo se llevaban a cabo las políticas de colonización en Palestina, regresa a Chile para integrarse en la izquierda revolucionaria. Después del golpe, se niega a exiliarse junto a su familia, a pesar del riesgo de ser torturada y desaparecida, porque lo considera un privilegio frente a la realidad de sus compañeros de lucha. Las decisiones que Diana tomó en su vida, movilizada por su visión del mundo, nos interpelan a generar una nueva investigación y creación sobre identidad, comunidad y alteridad. Nos motiva traducir artísticamente el hecho de que Diana haya sido doblemente negada en su ser, primero por la comunidad judía de Chile -quienes reniegan de sus convicciones políticas- y luego al ser detenida desaparecida. Nos interesa trasladar a nuestra creación la incomodidad que provocaba Diana en su entorno por su ideología y pensamiento político. Desde aquí nos planteamos las siguientes preguntas: ¿Cómo soltar el miedo a perder lo propio, para implicarnos en una construcción de mundo junto a los ‘otros’? ¿Cómo enfrentar desde la coexistencia la construcción del enemigo que se nos vuelve a presentar? ¿Existe una nueva forma de diluir esta construcción? En este nuevo proyecto escénico buscamos dar continuidad al trabajo de rescate biográfico y testimonial de microhistorias, esta vez de resistencias acalladas que defendieron una libertad colectiva. A partir de una investigación testimonial y de archivo, queremos indagar en el territorio de la memoria como resorte para accionar en el presente.
El colectivo Natuf
Nuestro primer trabajo como Fundación Natuf fue la creación de la obra de teatro El Círculo (estrenada en 2019), un montaje que expone su propio proceso de investigación y creación, a partir del encuentro de creadoras/es chilenas/os de orígenes palestinos y judíos, quienes encarnamos miradas y relatos antagónicos. El viaje que emprendimos como colectivo a partir de lo que concierne al territorio palestino-israelí -aquello que para algunas/os es un conflicto, para otras/os es ocupación y colonización- puso en jaque las lealtades a nuestras propias comunidades y evidenció nuestras dificultades para ceder ante la narrativa contraria. Enfrentar nuestros prejuicios y revisar nuestras identidades en relación al contexto actual y en el encuentro con el ‘otro’, nos llevó a los integrantes del grupo a cuestionar la idea de enemigo en un mismo territorio, sustentándonos en un horizonte ético común. A partir de esta experiencia nuestro interés es iniciar una nueva investigación creativa, esta vez para situarnos en lo que nos une: lo común que integra nuestras diferencias desde la búsqueda del espacio de la coexistencia. Es aquí donde nos encontramos en el deseo por una justicia simétrica y una comunidad de la diferencia, espacio necesario para cohabitar. El horizonte común sigue siendo la ética.
Esta actividad forma parte del proyecto de Residencias CCE. El proyecto tiene como objetivo facilitar espacios para el trabajo creativo y la investigación artística, en los que artistas de diferentes disciplinas, curadores, escritores y otros agentes del campo de la cultura puedan explorar y examinar diferentes formas y formatos de interacción.