CoRЯespondencias es un proyecto de mediación cultural, en el que se comparten experiencias de 15 mediadores de España y Chile a través del intercambio epistolar.
Semanalmente publicaremos una carta hasta el 21 de junio.
Fecha
Del 31 de mayo al 6 de junio de 2021.
Madrid, 5 de mayo 2021
Querido Emilio:
No nos conocemos en persona, tampoco sabemos mucho de tu trabajo; solo que trabajas en el ámbito de la mediación formando parte de la Red de mediación artística en Chile, lo cual ya nos puede decir mucho de tu campo de acción. Como colectivo, nos gustaría contarte muchas cosas que hacemos y que aquí ocurren, pero trataremos de resumir e ir navegando por aquellas que pueden ser de tu interés. Somos un colectivo de artistas, arquitectos e investigadores varios, que formamos comunidades temporales, porque muchas personas han pasado por el mismo desde que partió, por allá por el año 2000. Trabajamos procesos participativos, realizamos acciones urbanas y nos interesa mucho el agitprop. Estos ejercicios los hacemos desde la arquitectura, el arte contemporáneo, la mediación y la coproducción urbana. También hemos generado procesos de participación comunitaria a través del urbanismo táctico, el placemaking, el arte público y, sobre todo, político.
Estamos situados en Vallecas. En términos concretos y geográficos, Vallecas es un barrio al sur de Madrid, obrero, que cuenta con una lucha vecinal histórica, sobre todo por el derecho a la vivienda, y que hoy en día se amplía a una serie de organizaciones en defensa del barrio, de apoyo mutuo, antifascista, transfeminista y también antirracista, propiciando contener toda la diversidad de personas que lo habitan. Ahí gestionamos un espacio (galpón industrial) que desde el año 2015 se llamaba Instituto Do it yourself (IDYS), y que este año pasa a llamarse Espacio de Todo, conteniendo al IDYS como plataforma de acción en educación y autoconstrucción, y sumando una nueva plataforma de investigación y producción en arte contemporáneo a la que hemos denominado PIPA! (jugando con el acrónimo, y con la idea de semilla de maravillas).
Este espacio, además de ser un articulador de contenidos con agentes del barrio, con el campo artístico y de investigación en general, también es nuestro taller, lugar de complot, de proyección y elucubración de futuro, tal como nos señala CAPUT. Nuestra política es la de “hacerlo tú mismo”, la acción directa y sostener un vínculo permanente con el contexto, así como abordar temas desde la capacidad política y estética de nuestro quehacer. Creemos firmemente en que las prácticas artísticas pueden generar unas narrativas colectivas que desmonten las tradicionales formas de comunicar las diversas realidades de nuestro entorno. Es por eso que trabajamos mucho en procesos participativos tanto con organizaciones vecinales, organizaciones de luchas y reivindicaciones, así como con colegios y otras instituciones. Este año estamos navegando en el concepto de “sur global”, tratando de entender de qué hablamos cuando instalamos esta noción, sobre todo a través del arte y sus discursos. Qué significa ser sur, quiénes somos sur, y qué condiciona su denominación, sobre todo teniendo en cuenta que su señalización puede generar prácticas discriminatorias. Toda esta condición tan compleja es la que exploraremos y experimentaremos a través de las mediaciones, residencias y creaciones que este año tenemos programadas en nuestro Espacio de Todo. ¡Imagina el desafío! Cómo ser un aporte, un espacio acogedor, pero también crítico, desde el arte contemporáneo, sobre todo con lo lejana que suena para tantas personas esta práctica. Ese diálogo cruzado es el que intentamos posicionar para que el arte sea una herramienta que permita sostener esos relatos, o tensionarlos, mediante su capacidad simbólica.
Las actividades que realizaremos servirán, sobre todo, para repensar quiénes somos en este mundo donde las pandemias mundiales (y de todo tipo, pandemias mentales también) se instalan develado tantas cosas, no solo respecto a los cuidados y la colectividad, sino también en torno a la carencia de estas ideas. En ese sentido, tenemos la convicción de seguir juntándonos, seguir abriendo el espacio y programando, porque, si bien lo digital tiene un rendimiento interesante, también es una economía del control y del enajenamiento que limita su capacidad, a su vez que nos hace perder todo el terreno ganado en las prácticas que intentan mediar estructuras poniendo el cuerpo para que eso ocurra. Sería muy interesante saber cómo está abordando este tema la mediación artística en Chile, cómo están pensando el tema digital y cómo están generando condiciones para seguir emprendiendo proyectos de proximidad y cercanía.
Quizás te vas a preguntar cómo funcionamos y si es que nuestros recursos vienen de esos sistemas a los que tanto nos enfrentamos. Y es ahí donde nos parece muy interesante lo que CAPUT plantea en su carta: ¿Cómo dialogamos con las instituciones? ¿Qué significa la autonomía? Pensamos que es un deber encontrar una especie de tercer espacio en el que seamos capaces de permearnos y transformarnos, es decir, de aprender sobre las acciones que se emprenden juntes, a pesar de ser muy críticas con la rigidez que tienen a la hora de convivir y coproducir con ellas. En ese sentido no hemos estado exentos de polémicas. Durante algún tiempo el ayuntamiento, que es nuestra principal fuente de financiamiento acá en Madrid a través de becas y convocatorias, no nos quería tener en sus listas de beneficiarios, pues con los recursos que nos dieron en algunas oportunidades, pirateamos estos recursos visualizando los verdaderos discursos que se ocultan tras sus políticas, que creíamos importante develar. Así fue el caso del trabajo con Cañada Real, una toma de terreno en las afueras de Madrid que desde el 2007 comenzó a vivir derribos a causa de la especulación inmobiliaria tras actos xenófobos, racistas y de clase. Este proyecto duró 10 años y en sus inicios no tuvo financiación más que la propia (a través de otros proyectos pagados desviábamos recursos o reciclábamos material). La primera financiación pública de este largo trabajo fue como obra, postulamos instalar unas letras con recursos del ayuntamiento que, al aparecer en las noticias, ellos mismos mandaron a derribar al día siguiente de haberlas montado. También hemos participado en libros donde hemos hecho rutas emulando la turistificación, recomendando que los turistas conozcan barrios abandonados y precarizados. Estamos convencidas de que estas también son formas de dialogar, porque las instituciones hegemónicas deben contemplar ser traspasadas por aquello que provocan o interpeladas por quienes deberían ser las personas que alimenten las acciones que como política deberían tener. Es un tema largo, porque hay un segundo elemento que aquí también nos atraviesa, que es la diferencia entre lo que pueden ser prácticas instituyentes, generadas por colectivos de personas que levantan políticas propias que se desarrollan con criterios comunes y de manera autónoma, y aquellas prácticas y objetivos impuestos por las instituciones, con los que no siempre estaremos de acuerdo. ¿Tú qué opinas? ¿En qué lugar te ubicas en estos discursos? Sería interesante verlo desde la práctica de la mediación misma y los espacios en los cuales se manejan. Una de nuestras integrantes trabajó en el Ministerio de las Culturas de Chile, y conoció a la red en la que participas, y nos cuenta que seguro el panorama institucional, tanto público como privado, debes tenerlo muy mapeado y mucho que decir al respecto; sobre todo lo que ocurre cuando las mismas instituciones funcionan como agentes mediadores con las comunidades con quienes quieren que nos involucremos; es decir, que muchas veces entorpecen el quehacer. Y desde esa misma perspectiva, ¿cuándo pasamos nosotros mismos a ser instituciones, en términos de replicar sus buenas o malas prácticas y procesos?
Por otra parte, queríamos contarte que estamos realizando una investigación en Barcelona, en el barrio del Raval, justamente con una institución que no tiene muy buena llegada con el barrio: la Fundación MACBA. Esta investigación es parte de unas becas para realizar este ejercicio desde el ámbito educativo en relación al barrio. Postulamos y nos la adjudicamos con una amiga y cómplice de Barcelona que se llama Elena Blesa. Desde aquí podemos proponerte otra reflexión sobre este tipo de ejercicios vinculados a lo educativo. Elena también trabaja en mediación y durante mucho tiempo fue mediadora del mismo MACBA; mucha sintonía podrías tener con ella. Nuestra investigación se basa en un ejercicio especulativo; es decir, a partir de un proyecto que no realizaremos, revisar qué pasaría si existiera un objeto en particular y su gestión tuviera que ser colectiva. Estamos pensando en un supuesto dispositivo de comunicación enlazado a las campañas (coyunturas específicas de lucha barrial), que pudiera servir como práctica pedagógica al gestionar un uso común. Este puede ser desde un cacharro móvil hasta un lugar para proyectar palabras, pasando por otras ideas. Es decir, desde una hipótesis vamos estructurando los contenidos e invitando a imaginar cómo produciríamos conocimientos mutuos a través de una serie de problemáticas asociadas a la conexión y complejidad de la diversidad de organizaciones que existen, trabajan y resisten en el barrio. Por ejemplo, qué pasa con la traducción en un barrio donde hay una gran diversidad de lenguas y culturas conviviendo. Nuestro objetivo es hacer un catálogo que contenga todas las suposiciones, que plantee protocolos de usos, posibles diseños, posibles espacios, soluciones a las traducciones y otros elementos. Así, el proyecto, acción o construcción de aquel supuesto queda en manos de quienes quieran llevarlo a cabo y proponerlo desde las mismas organizaciones, sin tener que nosotres, como mediadores y artistas, estar presentes si es que se llegara a desarrollar, así como eximir a la institución de intervenir en estas prácticas barriales. Para ello, hemos generado una conversación sostenida con 8 agentes claves de organizaciones diversas, con quienes vamos dialogando sobre estas posibilidades para construir los contenidos. Así, esta beca la estamos manejando sin ser modificadores extranjeros, situándonos desde la propuesta de lo que podría ocurrir, estimulando que aquellos cruces permitan una pedagogía colectiva. ¿Qué te parecería que la educación fueran estas desmaterializaciones y formas en que la mediación pueda existir sin tener que estar interviniendo directamente? ¿Qué tipo de pedagogía propone un ejercicio así? Nos planteamos estas preguntas porque queremos saber dónde se encuentran las formas de hacer pedagogía radical, desde la imaginación política.
Dentro de las muchas otras cosas que te podríamos seguir contando, en paralelo estamos trabajando en un colegio de Usera, otro barrio obrero del sur de Madrid. Este cole tiene un alto número de estudiantes migrantes, y eso lo hace ser muy potente, sus estudiantes son muy interesantes y hasta ahora han participado activamente del proceso. Este laboratorio lo estamos llevando a cabo para construir espacios autónomos en los patios del cole que en este caso no cuentan con espacios donde les estudiantes se sientan cómodos, hagan sus cosas, gestionen actividades de su interés o puedan simplemente descansar a gusto. En este sentido, a propósito de la pandemia, ha aparecido mucho la idea de “aula abierta” como espacios abiertos donde poder seguir haciendo clases. Nosotras queremos ir más allá y proponemos desarrollar con les estudiantes espacios autónomos cuya gestión también sea diseñada por elles.
Comenzamos con derivas por los patios para identificar los lugares de encuentro y diagnosticamos necesidades. Ahora nos encontramos en una etapa más abstracta en donde cada estudiante propone una composición con figuras geométricas básicas, las que darán lugar al ejercicio de diseñar espacios, mobiliarios y otros de manera conjunta con nosotres. Pasaremos pronto a la etapa de construcción y en junio ya estaremos terminando lo que se construya. Ha nacido la idea de ocupar una parte del patio que está cerrada como lugar de autogestión de les estudiantes, para ensayar música o teatro, poner cine, jugar, leer, etc. Postulamos a que estas también son otras formas de hacer pedagogía, y de mediar elementos de diseño y construcción al proponer que las actividades asociadas al proceso vayan concatenadas y cada una de ellas rescate la mayor diversidad de propuestas e imaginarios.
Quizás nos podrás contar en las cartas que vengan algún ejercicio que siga interpelando a la educación y las formas en que la vamos deconstruyendo, poniendo en crisis, para hacer de ella ese espacio político en el que habitemos y desde donde podamos transformar efectivamente y sobre todo desde lo colectivo, nuestro convulso entorno.
Te dejamos algunas fotos para recrear lo comentado; también te dejamos un abrazo y ampliamos las ganas de algún día conocernos. Si vienes a Madrid, será paso obligado juntarnos en Vallecas y presentarte nuestro espacio.
(Madrid, España 2000)
Colectivo de arquitectos, artistas e historiadores que han puesto en marcha más de cien procesos basados en prácticas colaborativas, procesos participativos, acciones urbanas y agitprop. Sus áreas de trabajo son la arquitectura, el arte contemporáneo, la mediación y coproducción urbana, los procesos de participación comunitaria, el urbanismo táctico, el placemaking, el arte público y político. Plantean otros modos de producción de ciudad desde el desborde de su propia práctica hacia la hibridación estética.
Sus inicios en clave situacionista, buscaban la función social del arte y su capacidad transformadora. La vivienda y los fenómenos de gentrificación son las primeras problemáticas abordadas. En el 2008, después de los proyectos de arte público “Speculator” y “Empty world” comienzan a trabajar procesos colaborativos tales como “El Plan Cañada” en la Cañada Real, que duró 9 años. Participaron en una serie de iniciativas ciudadanas que abrían espacios comunitarios en Madrid: los “solares” o espacios de gestión ciudadana. Durante este período existe una fuerte vinculación con Latinoamérica, donde desarrollaron proyectos en colaboración con colectivos de Ecuador, México, Colombia, Puerto Rico, Brasil y Uruguay, entre otros.
Desde el 2015 inician una línea de trabajo de urbanismo táctico y placemaking, generando acciones urbanas de estrategias bottom up, con diferentes comunidades, tales como el espacio cultural autogestionado “Cinema Usera”. En el año 2021 el colectivo pone en marcha nuevas líneas de investigación mediante el trabajo geográfico en el sur de Madrid, y la capacidad de atravesar simbólicamente las prácticas de arte y arquitectura, desde la conceptualización de los sures simbólicos y globales, reactivando además su espacio en Vallecas después de un año confinados por la pandemia.
Sus integrantes actuales son Diego Peris (Madrid, 1977), Jo Muñoz (La Serena, Chile, 1978), Fidel Villar (Haro,1995), Javier Aparicio (Madrid, 1992)
CoRЯespondencias es un proyecto de mediación cultural, en el que se comparten experiencias de 15 mediadores de España y Chile a través del intercambio epistolar.
Semanalmente publicaremos una carta hasta el 21 de junio.
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Imagen Simón Catalan
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